acosoTanto el maltrato físico y psicológico como el abuso sexual son delitos tipificados en nuestro código penal y que conllevan graves secuelas psicológicas a las personas que los sufren. Como es obvio, la ley prevé acciones que sirven de protección a las víctimas de estos delitos, y que se ejecutan como prevención incluso antes de que el juicio contra el supuesto autor tenga lugar.

Sin embargo, este sistema preventivo también es utilizado de mala fe en otro tipo de procesos, como los de divorcio contenciosos en los que surgen muchas veces falsas denuncias de maltrato o abuso con el único propósito de perjudicar al acusado.

Desde el punto de vista de nuestra labor profesional, nos encontramos con dos tipos diferentes de casos: Por un lado las víctimas y por otro los acusados falsamente. En ambos casos la valoración de la credibilidad del testimonio es fundamental. En el caso de las victimas además, será necesario valorar las secuelas psicológicas y el daño moral que han derivado de los hechos.

En cuanto a las acusaciones falsas, a parte de la importancia de una evaluación psicológica, es necesario valorar la documentación en la que se sustenta la acusación. En casos tan graves como estos, ofrecemos a nuestros clientes los informes sobre credibilidad más completos, teniendo incluso la posibilidad de incluir la prueba poligráfica como parte de la pericial.